
Hace muchos años que el Metro de Caracas dejo de ser un simple sistema de transporte público para convertirse en un lugar para mendigar, venta de enseres y algo más.
El subterráneo caraqueño, comenzó a funcionar por allá en la década de los años 80. Donde su única función era la de transportar personas a lo largo de la ciudad de Caracas.
Las personas como cosa obvia iban acompañadas de sus amigos, familiares, compañeros así como de sus bolsos, pertenencias, compras y algunos artefactos.
Pero luego surgió una situación inesperada y desagradable como lo fue y sigue siendo la bendita pedidera de dinero o mendicidad. Al principio los únicos protagonistas eran los viejitos y los enfermos.
Ahora la cosa va desde niños hasta gente muy mayor, pasando por vagos, ciegos, mutilados, sordos, siameses, maleantes, sádicos, cachaperas, recoge latas, drogadictos, etc.
Hasta para llevar los perros al veterinario piden dinero. Hay unos que se mutan, un tiempo son algo y luego son otra cosa.
Pero ahí no muere todo. Desde hace aproximadamente seis años, comenzó otra actividad en el Metro, y es la rama artística.
Artística entre dicho, ya que muchas de las cosas que hacen no tienen arte alguno.
La cosa comenzó con los benditos raperos, Éstos con sus pintas de malandros y jóvenes vagos, con la excusa de que no conseguían trabajo, no estudiaban, etc., necesitaban llevar dinero a su casa, cuando en realidad era para cubrir sus vicios, sacar a pasear a sus respectivas jevitas, ir a la playita y tomarse sus birritas.
Ahora por una módica suma de dinero Ud. podrá disfrutar de una gran cantidad de conciertos, ejecutados tanto por verdaderos músicos como por unos cuantos locos de carretera que no saben lo que es hacer música.
Los conciertos los hay acústicos, desenchufados y enchufados, a capela, solista, a dúo, en grupo, acompañados por los pasajeros en coro pues, entre otros.
La gama musical va desde mierdatón y vallenato, clásica, pasando por éxitos de los 80 y 90, del rock más suave, progresivo hasta el más cabilla de todos y hasta música criolla.
Algunos tienen los instrumentos tan desafinados y aporreados que Ud. no sabrá si reírse, llorar o caerle a patadas.
Pero como nuevo Centro Cultural, ya el Metro cuenta con otra diversión y son las obras de teatro. Sí, como lo lee, grupos de teatro que hacen pequeños actos para que Ud., de su aporreado bolsillo, le done aunque sea una monedita de esas de 1 céntimo que ya ni existen.
Aunque a decir verdad, ya el teatro como tal existía con esos super monólogos que se lanza más de uno, y otros que no son cómicos pero hacen de su repertorio toda una comedia.
Las funciones en el Metro están abiertas en el horario comprendido entre las 5:30am hasta las 11:00pm., los 365 días del año. Y en un solo viaje, Ud. puede disfrutar de una gran gama cultural.
En otras palabras el Metro sigue siendo el gran termómetro de lo que sucede en el país pero sobre todo en la ciudad.
Gracias al secuestro de muchos espacios públicos y centros artísticos la gente no le ha quedado otra que salirse de la luz y volver de nuevo al mundo subterráneo. Al menos en éste, hay rieles, asientos, aforo, acústica, limosnita, etc.
Después no diga por ahí, que no hay sitios donde ir a ver espectáculos gratis o muy económicos.
El subterráneo caraqueño, comenzó a funcionar por allá en la década de los años 80. Donde su única función era la de transportar personas a lo largo de la ciudad de Caracas.
Las personas como cosa obvia iban acompañadas de sus amigos, familiares, compañeros así como de sus bolsos, pertenencias, compras y algunos artefactos.
Pero luego surgió una situación inesperada y desagradable como lo fue y sigue siendo la bendita pedidera de dinero o mendicidad. Al principio los únicos protagonistas eran los viejitos y los enfermos.
Ahora la cosa va desde niños hasta gente muy mayor, pasando por vagos, ciegos, mutilados, sordos, siameses, maleantes, sádicos, cachaperas, recoge latas, drogadictos, etc.
Hasta para llevar los perros al veterinario piden dinero. Hay unos que se mutan, un tiempo son algo y luego son otra cosa.
Pero ahí no muere todo. Desde hace aproximadamente seis años, comenzó otra actividad en el Metro, y es la rama artística.
Artística entre dicho, ya que muchas de las cosas que hacen no tienen arte alguno.
La cosa comenzó con los benditos raperos, Éstos con sus pintas de malandros y jóvenes vagos, con la excusa de que no conseguían trabajo, no estudiaban, etc., necesitaban llevar dinero a su casa, cuando en realidad era para cubrir sus vicios, sacar a pasear a sus respectivas jevitas, ir a la playita y tomarse sus birritas.
Ahora por una módica suma de dinero Ud. podrá disfrutar de una gran cantidad de conciertos, ejecutados tanto por verdaderos músicos como por unos cuantos locos de carretera que no saben lo que es hacer música.
Los conciertos los hay acústicos, desenchufados y enchufados, a capela, solista, a dúo, en grupo, acompañados por los pasajeros en coro pues, entre otros.
La gama musical va desde mierdatón y vallenato, clásica, pasando por éxitos de los 80 y 90, del rock más suave, progresivo hasta el más cabilla de todos y hasta música criolla.
Algunos tienen los instrumentos tan desafinados y aporreados que Ud. no sabrá si reírse, llorar o caerle a patadas.
Pero como nuevo Centro Cultural, ya el Metro cuenta con otra diversión y son las obras de teatro. Sí, como lo lee, grupos de teatro que hacen pequeños actos para que Ud., de su aporreado bolsillo, le done aunque sea una monedita de esas de 1 céntimo que ya ni existen.
Aunque a decir verdad, ya el teatro como tal existía con esos super monólogos que se lanza más de uno, y otros que no son cómicos pero hacen de su repertorio toda una comedia.
Las funciones en el Metro están abiertas en el horario comprendido entre las 5:30am hasta las 11:00pm., los 365 días del año. Y en un solo viaje, Ud. puede disfrutar de una gran gama cultural.
En otras palabras el Metro sigue siendo el gran termómetro de lo que sucede en el país pero sobre todo en la ciudad.
Gracias al secuestro de muchos espacios públicos y centros artísticos la gente no le ha quedado otra que salirse de la luz y volver de nuevo al mundo subterráneo. Al menos en éste, hay rieles, asientos, aforo, acústica, limosnita, etc.
Después no diga por ahí, que no hay sitios donde ir a ver espectáculos gratis o muy económicos.
 
 
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