La señora Ana era la encargada
de hacer la limpieza diaria o semanal en la oficina. Como ya era de confianza, ella
tenía las llaves y hacía el aseo tempranito para cuando llegaran los empleados,
ya la oficina estuviera limpia y así ni Ana interrumpía a los oficinistas ni
estos la molestaban a ella.
Normalmente, en la oficina
todo transcurría de lo más normal como en cualquier otra oficina caraqueña pero
cierto día, la señora Ana comenzó a escuchar ruidos y cosas que la alteraron
mucho.
Como se estaban repitiendo
muy seguido, ella sintió temor pero nunca dijo nada en la oficina. Un día, sin
pedir permiso llevó a una amiga vidente para que la ayudará con aquello.
La vidente en aquella visita,
pudo conocer qué era toda esa actividad surgida de la nada en la oficina.
Resultó ser el alma en pena
de uno de los dueños de la compañía que un año antes había sido asesinado de un
disparo frente a su familia mientras todos estaban dentro del vehículo.
Ni la señora de limpieza ni
la vidente tenían mayores detalles del hecho. Tras esa revelación, a la señora Ana
no le quedó otra que contarle todo a los socios que aún seguían al mando de la
compañía.
Aquella fatal tarde/noche, el
socio dejó a sus hijos sin padre y a una esposa viuda.
Dedicado a la historia del
socio asesinado. Más que un jefe, era un amigo.
P.D. 1: El asesinato ocurrió
en la década del 90 en la ciudad de Caracas cerca de la avenida Libertador y lo
que se conoce como los alrededores de la Plaza Venezuela. La oficina está
ubicada en una de las edificaciones comerciales más famosas y “antiguas” de
otro municipio del Distrito Capital.
P.D. 2: Se le hicieron algunos
cambios para hacerlo más llamativo. El nombre de la señora de limpieza no es
Ana. Y por respeto, también se obvia el nombre del fallecido.
P.D. 3: Hoy en día, se
desconoce qué ocurrió tras aquella revelación pero la verdad fue algo muy desagradable
para los que conocíamos al socio y a su familia. Posiblemente, sea uno de los
tantos asesinatos sin justicia en Venezuela.
P.D. 4: La actividad
paranormal solo ocurría a tempranas horas de la mañana. Al parecer, solo en presencia
de la señora Ana. Era obvio que el socio buscaba llamar la atención y “contar”
lo sucedido con su asesinato.
P.D. 5: En mi familia el
socio era muy querido y lo sigue siendo.
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