Ayer lunes como a eso de las 9:30pm en la estación de Los Cortijos se monto un hombre con pinta de loco y armado de un cuatro pero sin arpa y maraca.
Sin mediar palabra alguna y sin guabinear comenzó su performance con cuatro en pecho.
La cosa era un vacilón porque obviando la pinta del hombre que parecía el propio loco, borracho y/o recogelata, cantaba y se movía muy cómico, usaba la lengua para emitir sonidos y coordinarlos con la música, en algunas ocasiones volteaba su cuatro y lo utilizaba como tambor. Hasta hacía una especie de bailecito donde uno no sabía si era parte de la coreografía o que hacía maniobras para no caerse por el movimiento del tren.
A punto de llegar a la próxima estación cerro su interpretación muy al estilo rockero, inmediatamente después pidió aplausos y colaboración pero lo que le dimos fueron muchas risas y carcajadas por las razones antes mencionadas.
Al rato de haber arribado al anden de La California se bajo y siguió cantando incluso mientras iba subiendo por la escalera mecánica.
Por lo menos fue algo agradable de tantos cantantes y músicos que se montan en los vagones y así un poco despejar la mente de todo lo malo vivido durante el día.
Si se monta un sujeto con dichas características y canta una canción que lleva como letra Velocidad …, entonces ya saben de quien les hablo.
Sin mediar palabra alguna y sin guabinear comenzó su performance con cuatro en pecho.
La cosa era un vacilón porque obviando la pinta del hombre que parecía el propio loco, borracho y/o recogelata, cantaba y se movía muy cómico, usaba la lengua para emitir sonidos y coordinarlos con la música, en algunas ocasiones volteaba su cuatro y lo utilizaba como tambor. Hasta hacía una especie de bailecito donde uno no sabía si era parte de la coreografía o que hacía maniobras para no caerse por el movimiento del tren.
A punto de llegar a la próxima estación cerro su interpretación muy al estilo rockero, inmediatamente después pidió aplausos y colaboración pero lo que le dimos fueron muchas risas y carcajadas por las razones antes mencionadas.
Al rato de haber arribado al anden de La California se bajo y siguió cantando incluso mientras iba subiendo por la escalera mecánica.
Por lo menos fue algo agradable de tantos cantantes y músicos que se montan en los vagones y así un poco despejar la mente de todo lo malo vivido durante el día.
Si se monta un sujeto con dichas características y canta una canción que lleva como letra Velocidad …, entonces ya saben de quien les hablo.
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