sábado, 14 de marzo de 2009

¿Qué es el fascismo?

Desde hace unos cuantos años del DESgobierno de Venezuela mejor conocido como la ROBOLUCIÓN MARICA le viene diciendo fascistas a los sectores tanto de oposición como a cualquiera que no este de acuerdo con sus ideas, causas, etcétera.

Por eso es importante que los ignorantes que aprueban y repiten como idiotas todo lo que dicen desde el DESgobierno se documenten muy bien sobre las cosas antes de apoyarlas o repetirlas como idiotas.

El mejor ejemplo es que tanto Hitler como el mismo Mussolini le hubiesen dicho nazis o fascistas a los aliados.

El fascismo siempre ha sido impuesto, utilizado, practicado, etcétera por los factores de poder, en pocas palabras por los que tienen el poder a través del gobierno en una nación. Que existan grupos que se sientan identificados con el fascismo ya eso es otra cosa.

Pero en Venezuela no existen grupos fascistas que esten en contra del DESgobierno ya que este último es abierta y totalmente fascistas, anti democrático, anti evolución, anti continente americano, anti progreso, en otras palabras anti todo lo bueno, lo que nos pueda dejar paz, progreso, buen futuro, etcétera.

Para las personas que realmente han estudiado, saben de historia y son inteligentes al revisar lo ocurrido en Venezuela desde 1999 sabrán muy bien quienes tienen el poder y a quienes se les debería llamar fascistas sin cometer la burrada que hacen tanto el DESgobierno como sus lacayos.

Por eso le vamos a explicar a los mariconistas, socialistas, comunistas y toda esa basura de que se trata el fascismo.


El diccionario de la real academia española define al fascismo como un movimiento político y social de carácter totalitario que se produjo en Italia, por iniciativa de Benito Mussolini, después de la Primera Guerra Mundial. Y como la doctrina de este partido italiano y de las similares en otros países.


Pero veamos que nos dice la gente de Wikipedia, la enciclopedia libre.
http://es.wikipedia.org/wiki/Fascismo

El fascismo (del italiano fascio, haz, fasces, a su vez del latín fasces, pl. de fascis) es una ideología y un movimiento político que surgió en la Europa de entreguerras (1918–1939). Su proyecto político es instaurar un corporativismo estatal totalitario y una economía dirigista, mientras su base intelectual plantea una sumisión de la razón a la voluntad y la acción, un nacionalismo fuertemente identitario con componentes victimistas que se conduce a la violencia contra los que se definen como enemigos por un eficaz aparato de propaganda, un componente social interclasista, y una negación a ubicarse en el espectro político (izquierdas o derechas), lo que no impide que habitualmente la historiografía y la ciencia política sitúe al fascismo en la extrema derecha y le relacione con la plutocracia, o bien lo identifique como una variante chovinista del socialismo de Estado (que desde una perspectiva opuesta, se identifica con un capitalismo de Estado o estatismo).

Se presenta como una tercera vía o tercera posición3 que se opone radicalmente tanto a la democracia liberal en crisis (la forma de gobierno que representaba los valores de los vencedores en la Primera Guerra Mundial, como Inglaterra, Francia o Estados Unidos, a los que considera «decadentes») como al movimiento obrero tradicional en ascenso (anarquista o marxista, este último escindido a su vez entre la socialdemocracia y el comunismo, que desde 1917 tenía como referente al proyecto de estado socialista que se estaba desarrollando en la Unión Soviética); aunque el número de las ideologías contra las que se afirma es más amplio.


El fascismo es una ideología política fundamentada en un proyecto de unidad monolítica denominado corporativismo, por ello exalta la idea de nación frente a la de individuo o clase; suprime la discrepancia política en beneficio de un partido único y los localismos en beneficio del centralismo; y propone como ideal la construcción de una utópica sociedad perfecta, denominada cuerpo social, formado por cuerpos intermedios y sus representantes (patronales, sindicales, burocráticas, militares, religiosas, regionales) unificados por el gobierno central, y que este designaba para representar a las sociedad. Para ello inculcaba la obediencia de las masas (idealizadas como protagonistas del régimen) para formar una sola entidad u órgano socio-espiritual indivisible.7 Utiliza hábilmente los nuevos medios de comunicación y el carisma de un líder dictatorial en el que se concentra todo el poder con el propósito de conducir en unidad al denominado cuerpo social de la nación.

El fascismo se caracteriza por su método de análisis o estrategia de difusión de juzgar sistemáticamente a la gente no por su responsabilidad personal sino por la pertenencia a un grupo. Aprovecha demagógicamente los sentimientos de miedo y frustración colectiva para exacerbarlos mediante la violencia, la represión y la propaganda,8 y los desplaza contra un enemigo común (real o imaginario, interior o exterior), que actúa de chivo expiatorio frente al que volcar toda la agresividad de forma irreflexiva, logrando la unidad y adhesión (voluntaria o por la fuerza) de la población. La desinformación, la manipulación del sistema educativo y un gran número de mecanismos de encuadramiento social, vician y desvirtúan la voluntad general hasta desarrollar materialmente una oclocracia que se constituye en una fuente esencial del carisma de liderazgo y en consecuencia, en una fuente principal de la legitimidad del caudillo. El fascismo es expansionista y militarista, utilizando los mecanismos movilizadores del irredentismo territorial y el imperialismo que ya habían sido experimentados por el nacionalismo del siglo XIX. De hecho, el fascismo es ante todo un nacionalismo exacerbado que identifica tierra, pueblo y estado con el partido y su líder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario