Prensa ULA
A finales de la década de
los 70, la familia Martínez y un amigo hicieron un viaje hacia los andes
venezolanos, específicamente hacia el estado andino de Mérida, en Venezuela.
Luego de varias horas de
carretera en el pequeño vehículo, los agarró la noche. Como llevaban a su bebé
la idea era conseguir hospedaje en algún hotel o posada pues pasar la noche en
un carro pequeño y teniendo a su bebita con ellos, no era lo más cómodo e
idóneo.
Fue así como estando en la
población de Timotes circulaban por sus calles en búsqueda de hospedaje pero todo
estaba copado o cerrado.
Estacionados y pensando qué
hacer, a lo lejos ven a una mujer anciana que los llamaba moviendo el dedo, eso con el fin que se
acercaran hasta donde se encontraba pero ellos no la tomaron en cuenta.
A los pocos minutos o
segundos, de repente la anciana se aparece del lado del conductor y dice,
¿Buscan cama? –con una voz sepulcral. Tanto Pedro como Mariela se ven las caras
con cierto temor y sorpresa.
En eso sin pensarlo dos
veces, ¡Qué cama un coño de la madre! –Pedro le respondió con voz altanera. Haciendo
de que forma inmediata la anciana desapareciera de todo eso pero ellos no
terminan de procesar lo sucedido.
¡Pedro cómo le vas a decir
así a esa señora! –Mariela le reprocha a Pedro lo sucedido.
¡Qué señora un carajo. Esa vieja
del coño era un muerto! –le respondió bastante alterado.
Todos en el auto se miraron
las caras y deciden que lo mejor era salir cuanto antes del lugar.
Tomaron carretera y no les
quedó otra que pernoctar a las afueras de una estación de servicio.
Al amanecer se llevan la
sorpresa que estacionaron justo al lado de un precipicio. De haber rodado un
poco más, sin duda habrían caído y posiblemente habrían muerto los cuatro.
Luego de retomar su viaje
hacen la parada en la población más cercana para desayunar y le cuentan lo
sucedido a los lugareños.
¡No, esa fue La Loca Luz
Caraballo que se les apareció! –le aseveró a todo gañote un poblador.
Y fue así como ellos no solo
se enteraron del personaje y cayeron en cuenta de lo sucedido la noche
anterior.
Al final se quedaron con
esa historia que han contado a lo largo de los años en reuniones familiares o
de amigos.
P.D. 1: Timotes es uno de
los tantos pueblos antiguos de Venezuela y se encuentra en el estado Mérida.
P.D. 2: El relato está
basado en un hecho real pero se le hicieron unos pequeños cambios para hacerlo
más llamativo. Tanto el apellido como los nombres fueron modificados. La
historia sigue siendo relatada por la pareja desde entonces.
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